Increiblemente y parecido a un milagro mi padre dijo "¡Temprano nena, porque mañana vamos al D.F.!" (Wipiiiiiiiiiiiiiiiii!!!) Pensé que después de toda una semana insistiendo no se me iba a hacer verte de nuevo... Grata fue mi sorpresa al saber que volvería bajo esos brazos q simplemente me hacen saber que existe la felicidad...
Camisa negra, pantalón de mezclilla y un olor exquisito, como sólo tú =3... Todo el camino fue ilustrado por miradas que ocultaban los más deliciosos besos habidos entre los dos, pero para el buen observador, éstos salían a propulsión de nuestras pupilas atacando dulcemente los labios más ricos en amor...
Primer beso glorioso frente a los elevadores y mi sonrisita salió a flote, esa sonrisita que sólo él provoca y no se va por más que quiera disimularla... "Siempre sonríes después de que te beso" ahora sabes el porque... sólo tú eres culpable de que los brincos de mi corazón se revelen tras la gran sonrisa...
Y de nuevo confirmé lo que ya sabía desde un principio: "Reencuentro, el mejor de los reencuentros. Lo sabía, este amor de niño es el complemento... es ÉL, mi ángel": Sonrisa grande como sólo él, mirada que cubre y protege, besos que disuelven y reviven, abrazos que derriten y confortan, detalles que sorprenden y enamoran cada vez más, alas que cuidan y velan mis sueños y risas sin final... "Definitivamente, es ÉL"
Con el entusiasmo aún de pie por las largas horas transcurridas abarcando mis mejillas con esa sonrisa que gracias a ti no se iba, el corazón se llenaba de ataques locos y retorcidos de felicidad; abrazados, como acostumbran los enamorados y con que pasaban a nuestro lado mirando el espectáculo de sonrisas, me colocaste alas, me besaste y las nubes quedaron por debajo de nosotros y de nuevo dejamos de ser recuerdo, la tarde se volvió rosa y nos convertimos en ángeles...
Después de tanto beso a diestra y siniestra, a escondidas y a no tan escondidas, una lección de "cómo comer un Carlos V", un gran aprendiz que sabe cómo animar al público, una paciencia que me sigue asombrando, trescientos cambios de nombre, mil maripositas volando y revoloteando sin piedad, un gran detalle que me fascinó, 9 pisos, muchas escaleras, tres cafés [sigo pensando que todos con azúcar], una historia, un gran enojo, un atardecer rosa q jamás olvidaré y un juego a escondidas transcurrió nuestro día.
No puedo explicar o describir qué pasó hoy que fue tan especial, sólo sé que este día sobresale de los otros por mucho... Entraste en mi mundo, aguantaste a mi mundo, ACEPTASTE mi mundo... y eso es algo que te hace ÚNICO...
...y al final de todo, por sobre todas las cosas, decidiste permanecer. GRACIAS! TE AMO
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