martes, 3 de junio de 2008

Perdona que estos días no haya podido callar las entrañas,
fueron muy débiles y me ganó el amor.
Hoy me ganó ser la persona que piensa con el corazón,
ser la niña chiquita a la que le da miedo el no.
Hoy me ganan los nervios cuando me saludas,
hoy mis mariposas se ponen inquietas cuando te apareces.
De nuevo me dio el soñar de repente,
de nuevo el extañarte me sucedió fácilmente...
Y ya con el atrevimiento que he tomado
aprovecho para decirte que desde adentro te quiero,
que te quiero, te quiero, te quiero, te quiero...
y puedo poner la mano en el lado izquierdo
asegurandole y agregandole a ello un 'por siempre'.
Y ahora, por esta vez, con el ánimo nervioso
pido perdón por mi impulso impaciente...
pues echaste raíces al corazón
y tengo la vida aún muy llena de ti...

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