Yo también a veces pienso como Alina Reyes
pero no real, no no. Real no, sino imaginaria.
Pienso que a veces por allá en ese lugar
lejos donde existe a quién no conozco, me imaginan.
De a ratos me pienso dándole vueltas a su cabeza,
saltando o perforándole por los oídos un "búscame".
Sí, yo también me pienso yo pero no yo, me pienso otra
pero al mismo tiempo y no en Budapest sino en Francia,
con un elegante acento francés y una nariz respingada
caminando por la torre Eiffel donde huele a caca de paloma
y a palomas y a gente y a turistas que pasan por ahí pensando en que huele amor.
Me pienso vagabunda dormida con la boca sabor al mejor vino
tinto de la región.
Claro que hay veces en que no me pienso ni una ni otra,
ni me siento aquí ni allá. Luego pienso que a ella le da hambre
o frío o sed o muchas ganas de amar y yo las pido acá,
de obvia manera jamás se le acerca un plato de nada allá,
pero sigue yo y y sigo con hambre y sigo desamorada.
¿Pero y si no es la imaginaria?
¿Y si soy yo?
No sé.
Yo sé que acá o en Francia a mi lo que me falta constancia
y mucha yo.
Que no soy ni allá,
que ni aquí ni yo.