viernes, 29 de enero de 2010

Extraño que me acompañes después de un largo día a casa.
Extraño cómo me veías,
el modo de quedarme dentro de tus brazos cuando las cosas se ponían difíciles.
Por acá a mi cuerpo le gustaría una caricia, un beso tuyo.
Necesito pasar una tarde como aquellas recostada a tu lado,
algo tuyo que me quite este letargo...

Me faltas, te extraño.

No hay comentarios.: