jueves, 7 de enero de 2010

Herido de gravedad al corazón,
dentro de toda su enojada angustia sin cabida,
él le dijo a ella:
"Haz de tu vida un papalote".

Su respuesta fue la menos esperada...
"Gracias, sé que tu amor me desea lo mejor.
Volaré muy alto, sin fin. No te defraudaré."

No sabiendo que sentir,
la puerta del carro de nuevo fue culpable de todo.

1 comentario:

Unknown dijo...

Ja!

Mejor respuesta… IMPOSIBLE!