Hay días en que quisiera no ver,
resultar ciega y esconder al mundo de mi.
Quisiera simplemente que al momento
de meterme bajo las sábanas
se tragaran mis órganos...
...o sólo me tragaran.
Padecer de un lento deterioro,
de la pérdida de todos,
del no toparte con que en la pared
sólo tu sombra y ya...
...O sólo me tragaran.
Un día de ser polvo
y andar soplada por el aire de todos,
no sentir, no pensar...
No toparte con que en la pared
sólo tu sombra y ya...
Ser eco.
Y al final ni me tragan.
Y al final sólo soy tu reflejo,
el más vacío de todos tus espejos.
Una esperanza hueca,
un nido ciego,
una tortura en el más amplio de tus cielos.
Una molestia llena de defectos.
Y sin eco, y sin tragarme y sin sombra...
Y lamentablemente sigo siendo.
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