martes, 9 de febrero de 2010

Conmigo hablamos de impuntualidad,
de corazones-alados,
de carencia de sentido,
de falta de paciencia.
Conmigo hablamos de un todo o nada,
las medias tintas me enfadan;
de amor y desazón.
Conmigo hablamos de faltas a la moral,
de ir contracorriente,
de ser igual de una forma bien diferente,
de correr riesgos, de no querer caminarlos.
Conmigo hablamos de impensable,
lo inimaginable se vuelve posible,
la monotonía me divierte,
el desesperarte me pone alegre.
Conmigo hablamos de extremos,
de uniones impensables,
de trova y metal en una misma hora,
de baile y sangre;
conmigo hablamos de facilidades,
de complicarme la vida por nadie.
Conmigo,
conmigo siempre va a ser primero contigo,
siempre va a ser un eterno capricho,
fulminar de una vez un mismo camino,
conmigo es todo luz con árboles de sombra,
conmigo es obscuro con la esperanza al final del camino.
Conmigo hablamos de malos chistes,
conmigo hablamos de sonrisas baratas,
de ojos inexplicables,
de rimas forzadas,
de libretas rayadas.
Conmigo hablamos de colores,
de mucha frase escrita en todos lados,
de amanecer y anhelar unos brazos,
de bailar hasta quedarnos pegados.
Conmigo hablamos de que me gusta todo,
de que la simpatía me agrada,
de nostalgia,
de crearme el desino.
Conmigo hablamos de nada,
todo se convierte en una conducta
sin verbo, callada.
Conmigo hablamos de Tania,
de marsopa, de marp0za
y de caperucita roja;
de sufrirlo,
de no dejar ir,
de gritar hasta quedar ronca.
Conmigo, siempre conmigo
aprende a bajar estrellas.

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