jueves, 13 de mayo de 2010

Lo que se escribe en los camiones

Robaste el mapa estratégico de mi cuerpo 
y de a poco lo llenaste de flores colmadas de besos.

Desvariaste a mi ombligo con espamos 
perfectamente colocados con tu saliva y tu aliento
y sin dudarlo 
las llemas de tus dedos me colgaban caricias
que sutiles volaban por el cuarto, 
mojando, palpando, amando.

Sin bastarte
te colocaste a proporciones perfectas
sobre el alma,
con saliva dulce como duraznos en miel.

Ámame, delinea mi mapa una y otra vez, 
guíame a la locura, a desbordar delirio de cada pedacito de piel

No hay comentarios.: