Es así como encuentras que el cáncer siempre ha sido el resultado de llorar pa' dentro, sin restricciones. De callarse lo que uno siente y sufrirle bien fuerte, en silencio, muy bajito. Carcome la cara y con el paso de los días ya no encontramos la sonrisa en ningún lado, los cuartos grises, las habitaciones que parecen que en vez de cama cargan témpanos de hielo también enfermos. Todos contagiados.
Cáncer. Enfermedad del alma que se te pega al cuerpo, a tu parte más vulnerable, a la vacía, o a la llena de rabia hacia lo malo de la vida. A la parte más desamada de ti, a donde menos te cuidas del alma.
Lo malo de ahora es que todos estamos enfermos con ella. Lo malo es que ahora es emocional eso, es un sentir enfermo, un malestar que raspa, es un decir déjala y púdrete tú, pudre tu alma que al fin dicen que tienes mucha. Rezándo credos a personas inexistentes.
Rabia, ahora tengo mucha rabia.
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