Esta es una carta urgente, una carta de rendición. 


Es honesto y justo decir que YA NO PUEDO MÁS, que todo este sin-ti me ha arrastrado hasta el más poderoso de los hastíos, que el cansancio es enorme, que la falta se hizo inmesurable, mucha, se hizo, sobretodo, existente...


Es que pasa que un día tú me llenaste de todo la vida, pero ahora las letras se hallan desgastadas. Pasa también que este corazón tiene hambre, que añora tactos, besos, cosas perceptibles con los sentidos... Un alma se complementa de actos físicps, de intercambos de salivas y miradas. Pasa que uno se vuelve cómplice hasta una mirada lujuriosa y aquí no pasa, sincera y sencillamente aqui nunca pasa. Al menos no en la carne que es donde yo YA te quiero.


YA te quiero aqui, aqui donde ya estoy hecha migas, donde esta realidad ya no viene justa, donde esta realidad ya no me gusta: ESTAMOS SOLOS. 


Así es como ésta es mi bandera blanca, mi acto de sometimiento ante lo que me sucumbe.




Yo pido P A Z. 

Yo HOY, AQUÍ y AHORA  

M E  R I N D O