viernes, 27 de diciembre de 2013
Eras delirio, eramos locura, eramos mitades…
Lamentablemente ese era el problema, ninguno estaba completo, andábamos a medias, juntos. Y eso lastimaba.
Traíamos la mitad del cuerpo herida y la otra escondida.
¿Cómo podía yo encontrarte entre tanto escombro?
¿Cómo me podrías haber hallado entre tanto trapo viejo que me tapaba el alma?
Mis harapos te gustaron porque tú andabas descalzo y se te hacía placentero; a mi me gustaron tus pelusas y tus besos.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario