Y este es un viene y va de emociones... rachas de felicidad que me das con ganas de entorpecer al tiempo y robarte unos segundos más de tus labios... Y quedarme pegada a tu hombro sólo viendo pasar ese sentimiento que hay en el aire viejando y rodeándonos como suave brisa envolvente de las hojas de otoño... Y que me acaricies una vez más y sentir ese no sé qué que tú me das al abrazarme... al morderte los labios con deseo de un beso... al soñar juntos, al volvernos eternos cada que las manecillas del reloj avanzan... Inmortalizando recuerdos, momentos, besos, pasiones y risas... Perpetuando lo que siempre hemos deseado, perpetuandote a ti, permetuandome a mi... eternizando a los dos en un aroma a rojo intenso.
No hay más que un sueño realizado cada que nuestras mitades se encuentran, cada que nos volvemos uno y jugamos con los ombligos del otro... Mirarte besando mi piel, rozando cada centímetro erizado de lo que ahora es memoria... besarte y no soltarte de las ganas que te tengo, de las mariposas que me agitas, del azul que me provocas... Mirarte... mirarte... besarte, vivirte, suspiarte, amarte, susurrarte, desearte, tocarte, acariciarte.... Sí que provocas un no sé qué que qué sé yo que es mucho más que amor... mucho más etéreo que nuestros suspiros conjugándose con los besos en tu cuello, o en el mío... mucho más frágil mariposa y mucho más divertido canción.
Hoy fueron compaces que acompañan el dulce ritmo de tu tacto con el tono bajito de dos palpitares agitados... Compaces que componen nuestra mejor canción de amor, que armonizan melodías chikitas nacidas de cada matiz de tus pecas enmarañadas entre mis labios...
En pocas palabras, hoy fueron dos almas combinadas, hormiguitas corriendo por mis venas, reaccionando adrenalinosamente, creando PERFECCIÓN...
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