Tiempo.
Se detiene.
Y yo ya no busco,
y yo ya no sigo.
Me detengo junto al aire
y lo veo pasar.
Estática,
inmovible.
No dudo, no pienso,
no siento.
Hice mi petición realidad.
Me arranqué lo que más me dolía
y lo escondí en un cajón
debajo de muchas muchas horas
de sueño.
No existo.
Vivo entre los muertos.
Me diluyo en la suerte de mi presente...
...y sigo caminando.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario