domingo, 28 de diciembre de 2008

inmunda

Aquí todo está sucio,
sucios los dedos de lágrimas,
sucia el alma de tanto polvo,
olvidada, oxidada.
Sucio el vicio de andar sola,
sucio el respirar.
Es que lo empolvado duele
y no se va.
Es que siguen las ideas sucias y
también sucio está el recordar.
Recordar y ensuciar
y buscar el por qué y el cómo
y por más que lo evito
por aquí, por aquí todo sigue igual.
Me siguen enojando las mismas cosas
sin poder superarlo,
me ensucian las ganas de seguir
el saber que si así no seré prioridad
y dejaremos de intentar.
Este coraje tan amargo,
estas ganas de regresar sólo
por ensuciarles la vida
sin encontrar razones correctas,
sólo esas... el polvo,
el que necesito un río entero de
razones para bañarme en él,
el saber que seguir presente
significa aguantar algo de lo que ya estoy
más que harta, más que cansada,
más que entumida, más que nada...
Necesito un cambio real,
un cambio palpable,
un cambio pulcro,
limpísimo.
Se necesita por acá no saber que
el cielo no une aunque sea el mismo
por allá, y por acullá y por todos lados.
Que el aire no es fresco porque ya está respirado,
porque ya me lo ensuciaron.
Necesito que todo sea etéreo,
que todo vuelva a ser bien bien nuevo.
Sin rastro, sin manos,
sin historia, sin fango,
sin pelusa, sin amargo,
sin ser propios, sin ser ajenos,
sin ser perpetuos, sin ser nuestros.
sin presente, sin pasado
sin ataduras, sin letargos...
Así, sólo así
codo a ombligo,
de arriba a abajo,
lado a lado...

1 comentario:

Unknown dijo...

De eso se trata el año más que filtrado debe ser una destilación.

Cheer Up!