viernes, 2 de enero de 2009

Adulce, agria.

Ésto mas que sueños deberían llamarse venganza.
Venganza de la buena que me juega lo que ya no me llena.
De esas cosas que preocupan y en mi mundo paralelo se juntan,
convergen de tal manera que en vez de sueño hay insomnio
y un poco de nada que me carcome y me hace saber de ojeras
y de frío.
Aquí lo que falta es calor de cuerpo,
un abrazo que me dé sueño.
Ya no necesito esas pesadillas donde todo forma un gran NO.
Por acá los días se hacen de puras faltas
y de mi mera ausencia,
de deshoras, de desueños, de deslvelos.
Cansada y amarga.
Así me pasa el año nuevo,
así me pesa el nuevo año.
Pasado, con sabor agrio.
¿Por qué no te desajenas, mundo
y vienes a endulzarmelo?

1 comentario:

Unknown dijo...

Más que cambiar de sabor nos hace falta morderle de otro lado.