Desde que te conozco, nuestros encuentros se han basado en sueños;
sea que te pueda tocar,
sea que te vi en un café perdido...
Y no te había dicho que la noche de anoche
soñé tus ojos bien clavados en los míos.
Y ahí me quedaba, y no salía.
Estabamos tan cerca que podía probar cada detalle de tu respiración.
Y había olvidado lo bien que sabía el que tus labios rozaran poquito a los míos.
Y recordé entonces,
muero por un beso tuyo, aunque sea uno pequeñito.
1 comentario:
Está lindo :P
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