Me envuelvo.
Semana de adormecimiento,
de sentirme entumida.
De no saber si eso es realmente lo que siento.
Unas profundas ganas de dormir
Incontrolables ganas de llorar,
de rabiar por todo.
De huir lejos, a otra vida,
con otro cuerpo,
en otra época,
cambiarme el nombre
y hasta el planeta.
Pasa que quiero soltar
y dejar de abrazarme a la vida,
al menos a la que ahora llevo.
Me emputa el trabajo,
el dinero, el sol,
el carro, el alcohol,
mi familia, la soledad,
mi novio.
Tengo miedo de seguir así,
detenida por mi,
pero realmente no quiero moverme
si no es para agarrar maletas e irme.
Quiero irme a vivir a la playa,
lejos.
Quizá ahí tampoco pertenezco,
pero qué más da.

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